RETRASO MENTAL MODERADO
Existe un amplio grupo de personas cuyas limitaciones en la
personalidad se deben esencialmente a que
su capacidad intelectual no se desarrolla lo suficiente como para hacer frente
a las exigencias del ambiente, y poder así establecer una existencia social independiente. Este tipo de personas
han sido estudiadas desde tiempos históricos, siendo etiquetadas como
"idiotas", "imbéciles", entre otros. Estos términos,
cargados de connotaciones negativas, fueron sustituidos por el de "retraso
mental", como un intento de proporcionarles una etiqueta más positiva.
Las creencias y conceptos acerca del retraso mental han ido
evolucionando con el paso del tiempo, y hoy en día aún continúa en su evolución. En la actualidad, según la Asociación Americana de retraso mental
(AAMR), el retraso mental hace referencia a "limitaciones substanciales en
el desenvolvimiento corriente. Se caracteriza por un funcionamiento intelectual
significativamente inferior a la media, junto con limitaciones asociadas en dos
o más de las siguientes áreas de habilidades adaptativas: comunicación, cuidado personal, vida en el hogar, habilidades sociales, utilización de la comunidad, autogobierno, salud y seguridad, habilidades académicas funcionales, ocio y trabajo. El retraso mental
se manifiesta antes de los 18 años".
La
definición anterior pone en relieve que el
retraso mental:
a. Es una
capacidad intelectual significativamente inferior al promedio. Esta se define
por el coeficiente de inteligencia CI,
obtenido por evaluación mediante
uno o más test de inteligencia. (Más
adelante se ahondará un poco más en dicha evaluación).
b. Se acompaña
de limitaciones significativas de la actividad adaptativa.
c. Su inicio
debe ser anterior a los 18 años, de lo contrario se le consideraría como
demencia.
Se ha
reconocido que existe una gran variabilidad en las aptitudes y comportamientos
de las personas con retraso mental. Por consiguiente, se han establecido
niveles de retraso generalmente en función del
CI. Pueden especificarse cuatro grados
de intensidad de retraso mental: leve, moderado, grave y profundo. Veamos a
continuación cada uno de éstos.
Retraso
mental leve (CI entre 50-69):
Esta
categoría constituye la mayoría de los retrasados mentales (aproximadamente el
85%). En el período preescolar adquieren
las habilidades sociales y de comunicación y no
muestran deterioro en las actividades motoras o el déficit es pequeño. A menudo
no se distinguen de los niños normales sino
hasta años después. Su inteligencia subnormal se manifiesta en los años
escolares, ya que tienden a retrasarse respecto a su grupo de edad. Si
perseveran están en condiciones de aprender los conocimientos académicos,
alcanzando en la adolescencia un desarrollo intelectual
equivalente al de sexto grado. Durante su vida adulta suele aprender los
conocimientos vocacionales indispensables para lograr independencia económica.
Retraso
mental moderado (CI entre 35-49):
Este grupo
constituye alrededor del 10% de los retrasados mentales. Los individuos
incluidos en esta categoría presentan una lentitud en el desarrollo de la
comprensión y del uso del lenguaje y alcanzan
en esta área un dominio limitado.
La adquisición de la capacidad de cuidado personal y de las funciones motrices también
está retrasada, de tal manera que algunos de los afectados necesitan una supervisión permanente.
Aprovechan poco la enseñanza escolar,
pero si reciben clases especiales pueden aprender lo esencial de escritura, lectura y cálculo; y aprender
otras destrezas sociales y ocupacionales. En la adultez rara vez obtienen independencia total, pero
suelen ser capaces de realizar trabajos prácticos sencillos si las tareas son
estructuradas y se les supervisa de modo adecuado. La mayoría de ellos alcanza
un desarrollo normal de su capacidad social para relacionarse con los demás y
para participar en actividades sociales simples. En la mayoría de los que se
incluyen en esta categoría puede reconocerse una etiología orgánica.
Retraso
mental grave (CI 20-34):
Este grupo
incluye el 3-4% de los individuos con retraso mental. Es muy similar al retraso
mental moderado. Hay un desarrollo motor anormal, un
nivel mínimo del habla y muy a menudo deformidades físicas. Aprovechan menos la
instrucción escolar comparados con los de retraso mental moderado, aunque con
el tiempo pueden
aprender palabras y frases sencillas, así como hábitos de higiene y arreglo
personal. En la edad adulta aprenden a ejecutar tareas ordinarias, pero
necesitan completa supervisión y apoyo
económico.
Retraso
mental profundo (CI inferior a 20)
Este grupo
incluye aproximadamente el 1-2% de las personas con retraso mental. La mayoría
de los individuos con este diagnóstico presentan
una enfermedad neurológica identificada que explica el retraso mental. Durante
los primeros años de la niñez desarrollan alteraciones del funcionamiento
sensorio motor bastante graves, por lo que su movilidad es muy restringida o
totalmente inexistente, no controlan esfínteres y son capaces en el mejor de
los casos sólo de formas muy rudimentarias de comunicación no verbal. Requieren
de ayuda adulta y supervisión constantes.
ESTUDIO DEL RETRASO MENTAL MODERADO
Según las
causas del retraso mental, se pueden distinguir dos categorías muy generales:
una incluye a todas aquellas personas sobre las que hay pruebas fehacientes
de que sus incapacidades mentales se deben a una causa orgánica específica
como, por ejemplo, a un desorden en el metabolismo cerebral o
una lesión específica del sistema nervioso. A estos
sujetos se les llama orgánicamente retrasados. A esta categoría pertenecen las
personas con retraso mental moderado, grave y profundo. La segunda categoría es
mucho más amplia e incluye a aquellas personas en las que no se advierte
ninguna causa orgánica para sus reducidas capacidades intelectuales. A esta última categoría pertenecen las
personas con retraso mental leve.
El retraso
mental se asocia a un gran número de entidades patológicas que afectan al
organismo en sus primeras etapas de crecimiento y desarrollo, las cuales
–incluso- parecen ser heterogéneas entre sí. Se les ha clasificado de diversas
maneras, las más comunes son dos: A veces se clasifica el retraso mental en
términos de la relación temporal entre el factor nocivo y el nacimiento; de
esta forma se dividen los casos cuya causa se encuentra antes del nacimiento,
durante el parto y después
del nacimiento. El otro sistema de
clasificación es un poco diferente, el cual clasifica las causas de acuerdo a
la existencia de componentes genéticos, desórdenes metabólicos, intoxicaciones,
infecciones, problemas en los cromosomas, entre otros.
Este sistema de
clasificación lo creó la AAMR. En este trabajo se utilizará este último sistema
de clasificación debido a que es mucho más sistemático y porque también toma en
cuenta el momento en que se dieron las causas.
El sistema
de clasificación de la AAMR incluye en su categoría de clasificación aquellas
que son orgánicas y otras que son ambientales. Sin embargo, como ya se
mencionaba más arriba, el retraso mental moderado parece tener a su base causas
orgánicas específicas, por lo que en este trabajo las ambientales no serán
profundizadas. Estas últimas parecen estar más relacionadas con el retraso
mental leve.
CAUSAS ORGANICAS DEL RETRASO MENTAL MODERADO
Como lo
veíamos anteriormente las principales causas del retraso mental moderado son
orgánicas, a continuación se explican las categorías más trascendentales de las
causas según la AAMR.
1. Infecciones
e intoxicaciones
2. Traumas o
agentes físicos
3. Desórdenes
del metabolismo y nutrición
4. Anormalidades
cromosómicas
1. Infecciones
e intoxicaciones
1.1
Infecciones
A. Infecciones
prenatales
Una
infección es una enfermedad o un desorden causado por microorganismos como por
ejemplo, virus o bacterias. Algunas
veces estos microorganismos atacan el sistema nervioso, dando como
resultado el retraso mental, especialmente si lo atacan en el período prenatal.
Ejemplos de enfermedades infecciosas
prenatales son la rubéola y la sífilis.
Rubéola: Es la más
frecuente y seria de las diversas infecciones prenatales que pueden terminar en
retraso mental, ya sea moderado, grave o profundo; o también puede causar
anomalías congénitas como sordera, cataratas y malformaciones cardíacas. El virus de la
rubéola cruza la placenta e infecta al embrión; obstaculiza el metabolismo
normal y los movimientos celulares lo cual produce todas las anomalías antes
mencionadas. Se ha encontrado que existe una relación directa entre el período
en que ocurre la infección materna y la frecuencia con que aparecen las
anomalías ya mencionadas. Si la madre se infectó en el primer mes de embarazo,
aproximadamente la mitad de los niños son
anormales.
Sífilis: Es una
infección venérea producida por la espiroqueta Treponema Pallidium, que
normalmente se transmite por contacto sexual y se caracteriza por distintos
estadios. Este virus ataca a cualquier órgano o sistema, llegando a lesionar
cualquier tipo de tejido. Afecta principalmente al sistema nervioso central y provoca
un deterioro cerebral progresivo.
B. Infecciones postnatales
Aunque el
retraso mental moderado tiene su origen generalmente antes del nacimiento o
durante el parto, se puede
dar el caso de que un niño nazca con un sistema nervioso intacto y que se
convierta en un retrasado mental en algún momento después de nacer como
resultado de alguna lesión o infección del cerebro. La causa
más común de daño neurológico postnatal es una infección, producido por
diferentes microorganismos. Entre las enfermedades más comunes
producidas por éstos, se encuentra la meningitis y la encefalitis.
Meningitis: Es una
inflamación de la meninges, es decir, de las membranas que protegen al cerebro y la médula
espinal. Su causa puede ser la infección por diferentes tipos de
microorganismos. Esta enfermedad puede causar la muerte, sin
embargo si el niño sobrevive puede no quedar gravemente retrasado,
diagnosticándosele retraso mental moderado.
Encefalitis: Es una
infección del cerebro mismo, y también con frecuencia causa retraso mental
moderado. Puede ser causada por el virus Arbovirus, transmitido por los
mosquitos infectados, aunque también puede responder a otras causas. Puede
afectar al sistema nervioso, inflamar la medula espinal, y el cerebro.
1.2
Intoxicaciones
Otra
categoría de causas del retraso mental moderado son las intoxicaciones, mejor
conocidas como envenenamientos. Esta categoría incluye los desórdenes en los
que una sustancia extraña entra en el sistema del niño, ya esa antes o después
de nacer, y le causa daño permanente de algún tipo.
Anticuerpos maternos: Hay un gran
número de circunstancias en que la madre produce anticuerpos que atacan las células sanguíneas
del feto en desarrollo y le causan lesión cerebral, retraso mental y con
frecuencia la muerte. La
intoxicación más común en este caso es producida por el factor Rh. Estos están presentes en los glóbulos rojos de
la sangre. Cuando la sangre de un feto
contiene factores Rh siendo la sangre de su madre Rh negativa, es decir, sin
factores Rh, estas sustancias llegan por primera vez a la sangre de la madre
por el feto. La madre produce anticuerpos que, al penetrar a su vez en la
corriente sanguínea del feto, destruyen los glóbulos rojos de su sangre
privándola de oxígeno.
Envenenamiento por plomo: Aunque la
mayoría de causas del retraso mental moderado tienen su origen en desórdenes
previos al parto, una de las más importantes enfermedades tóxicas que se
contraen después del nacimiento es el envenenamiento por plomo. Proviene de la
ingestión de fragmentos de pintura a base de
plomo que se encuentran en viviendas muy antiguas, por lo que afecta sobre todo
a los niños más pobres.
2. Traumas y otros agentes físicos
Una segunda
categoría de causas de retraso mental moderado es la de los traumas y las
lesiones físicas. A diferencia de las otras causas orgánicas de este retraso
mental que tienen su origen en condiciones previas al nacimiento, la lesión física no ocurre
durante el período prenatal debido a que el feto está protegido por la madre.
Cuando hay más probabilidad de que
ocurra una lesión física es en el
período perinatal y postnatal.
2.1 Desórdenes
vinculados con el proceso de parto
La causa
traumática principal de retraso mental, ya sea moderado, grave o profundo,
durante el período perinatal es la anoxia.
Anoxia: Cuando el
niño se desprende del sistema circulatorio de la madre
ya no dispone de la fuente de oxígeno dependiente
y tiene que respirar por sí mismo por primera vez. Las células necesitan
de un suministro constante de oxígeno para poder funcionar y
si el niño se priva de oxígeno, aunque sea solamente unos cuantos minutos, las
células empiezan a morir. Las células cerebrales son las primeras en sucumbir,
y tienen la característica
exclusiva de ser irremplazables. Entre más células sean dañadas y entre más
tiempo pase el niño sin oxígeno, así será el nivel de retraso que tendrá.
2.2 Trauma
postnatal
Después de
las infecciones, la causa más frecuente del retraso contraído después del parto
es la lesión física de cualquier tipo, que puede provenir de algún accidente o
de una agresión deliberada. Obviamente, estas lesiones forman una gran variedad
de formas, y no existe ningún patrón precio de
síntomas.
3. Desórdenes del metabolismo
Una tercera categoría de
causas de retraso mental moderado son las
indisposiciones que resultan porque el niño no está asimilando
debidamente lo que come por razón de algún desorden de herencia, veamos
este caso:
3.1
Desórdenes metabólicos por herencia
Fenilcetonuria:
Ocasionalmente nace un niño con incapacidad heredada para realizar debidamente
el metabolismo o asimilación de uno más de los aminoácidos esenciales, los
cuales son elementos básicos de las proteínas. El
desorden más importante es el llamado Fenilcetonuria, abreviado como FCU.
La FCU la
transmite un gen recesivo único. Hay dos genes que pueden ocupar cierto lugar
en uno de los cromosomas, uno de los
cuales da como resultado un individuo normal (gen N) y otro que puede producir
un individuo con FCU (gen f). Cada individuo recibe dos genes como éstos, uno
de cada progenitor. Existen tres combinaciones (o genotipos) diferentes:
NN, Nf y ff.
Los individuos con cualquiera de los dos primeros genotipos serán normales,
aquellos que tengan la combinación ff desarrollarán FCU.
La FCU es el
resultado de la incapacidad del cuerpo de asimilar debidamente uno de los aminoácidos
básicos, la fenilalanina, debido a que hay deficiencias en la enzima
hidroxilasa de la fenilalanina, necesaria para convertir a la fenilalanina en
tirosina. La fenilalanina y su derivado se acumulan en los líquidos corporales,
convirtiéndose en ácido fenilpirúvico y en otros metabolitos anormales que
provocan hiperactividad, ataques y sobre todo lesión cerebral. Los lóbulos frontales son los más afectados,
posiblemente debido a un envenenamiento por el exceso de fenilalanina.
Enfermedad de Tay-Sach: Es el
trastorno del metabolismo lípido más conocido. Es transmitido por la formación
de pares de genes recesivos únicos y se caracteriza por debilidad muscular,
deterioro de la vista y convulsiones. Parece que afecta al sistema nervioso,
provocando cambios patológicos en el cerebro, la médula y el sistema simpático.
Se observa edemas y distorsión de las células ganglionares, cuyo citoplasma a
menudo se ve vacuolado y en algunas células, necrótico.
4. Anormalidades cromosómicas:
Esta es una de las categorías
más importantes de síndromes orgánicos relacionados con el retraso mental
moderado. Todos los seres humanos poseen 46 cromosomas en cada célula de su cuerpo,
los cuales se pueden dividir en 23 pares. Algunas veces un individuo nace con
algo más que la dosis normal de cromosomas, generalmente con 47, otros con 48 o
más, o a veces con 45. La presencia de estos cromosomas adicionales da como
resultado varias anormalidades, entre la más común se tiene la inteligencia
deficiente.
Síndrome
Down (mongolismo): Es el síndrome de anormalidades cromosómicas
que con mayor frecuencia causa el retraso mental (ya sea moderado, grave o
profundo). Estos niños rara vez tienen un CI mayor a 50. Este síndrome se debe
a una anormalidad cromosómica debido a la presencia de un par más de cromosomas
(47 en total). Durante la primera etapa del desarrollo del óvulo, ambos
cromosomas del 21 par no se llegan a separar, por lo cual este vigesimoprimer
par de cromosomas tendrá tres cromosomas en lugar de dos. Este fenómeno se
llama trisomía 21. La presencia de un cromosoma adicional completo significa
que no existe ningún defecto cualitativo específico del metabolismo; en cambio, parece que
existen muchas diferencias cuantitativas en la química del cuerpo
como, por ejemplo, un aumento de gamma globulina y una disminución de albúmina
y de calcio en la sangre. El cerebro tiende a conservar los patrones
embrionarios en las circunvoluciones, y el cerebelo y el tallo cerebral son
desproporcionadamente pequeños. Las células ganglionares de la tercera capa
cortical son escasas y se encuentran dispersas en forma irregular. Se ha
publicado también que hay cambios anormales de la hipófisis, el tiroides y las
glándulas suprarrenales.
Síndrome de
Klinefelter: Este tipo de padecimiento se debe a anomalías cromosómicas sexuales y
afectas sólo a los hombres. La mayoría de ellos tienen 47 cromosomas, lo cual
se debe a un arreglo XXY y no uno normal XY. Parece ser que no todas estas
personas llegan a padecer retraso mental, al menos no más del 25% y lo son en
un grado moderado o leve, pero no grave.
TRATAMIENTO
Debido a que
el retraso mental moderado se debe especialmente a causas orgánicas
específicas, el niño nunca puede llegar a recuperarse y rara vez puede llegar a
fortalecer el funcionamiento intelectual. Sin embargo existen formas de
tratamiento que, aunque no van encaminadas a resolver el trastorno, sí pueden
trabajar con los síntomas médicos y conductuales del retrasado, y también con
aquellos aspectos psicológicos y emocionales que los acompañan. Veamos los
principales tratamientos de los que se dispone actualmente:
Medicación
Los
medicamentos van dirigidos a tratar los síntomas médicos y conductuales de los
retrasados mentales, debido a que no existen medicinas que fortalezcan el
funcionamiento intelectual. Las medicinas psicotrópicas pueden aliviar muchos
problemas del comportamiento que coexisten con el retraso moderado, incluyendo
la ansiedad, los trastornos afectivos, la sobreactividad, las conductas de
agresión, el comportamiento psicótico entre otros Sin embargo es de señalar que
el uso de estas sustancias psicotrópicas debe utilizarse con cuidado, debido a
que cada persona retrasada es diferente, por lo que se necesita una evaluación
minuciosa. El tratamiento debe hacerse bajo supervisión cuidadosa y deben
detectarse los posibles efectos secundarios en estos niños.
Psicoterapia individual,
grupal y familiar:
Como ya se
mencionó anteriormente, la aplicación de la psicoterapia a personas retrasadas
no está destinada a eliminar el retraso moderado mismo, sino más bien a
fomentar el máximo la eficiencia de la
conducta y el desarrollo de la personalidad Para tratar
el retraso mental moderado se pueden incluir las terapias individuales
"habladas", debido a que, a pesar de que estos niños presentan
problemas del lenguaje, pueden
llegar a expresarse verbalmente, a diferencia del retraso mental grave y
profundo. Sin embargo, este tipo de terapias puede necesitar de alguna
modificación. Por ejemplo el tipo de terapia debe ser directiva, con objetivos específicos
determinados; el lenguaje debe ser
muy claro y sencillo y pueden utilizarse técnicas no verbales
ante dificultades de comunicación (como por ejemplo juegos).
Con respecto
a las terapias grupales, el centro de atención se enfoca
en la familia. El
contacto con los padres puede ser importante para ayudarles a que se adapten a
su hijo. Muchas veces los padres de niños con retraso mental no pueden afrontar
eficientemente el problema, lo cual repercute en el desarrollo futuro del niño.
Incluso algunos autores llegan a afirmar que muchas personas con defectos
mentales están más incapacitadas por sus dificultades emocionales que por su
déficit intelectual. Por esto mismo, la terapia
grupal familiar es de importancia significativa a la hora de tratar el retraso
mental. Algunos autores también sugieren que el tipo de terapia grupal puede
llevarse a cabo con otras familias, las cuales pueden ofrecer oportunidades de
aprender los unos de los otros, compartir sentimientos y fomentar la
independencia en los que sean retrasados.
Modificación de la conducta:
La innovación más
importante en el tratamiento del retraso ha sido la aplicación de técnicas
conductuales. Este tipo de tratamiento hace hincapié en fomentar el desarrollo social de los
niños retrasados y en las maneras mejoradas de enseñarles destrezas y
conceptos. En primer lugar el terapeuta debe identificar la conducta que el
individuo necesita aprender (por ejemplo hacer una llamada, amarrarse los
zapatos, vestirse, etc.). Luego debe identificar la clase y el número de
respuestas que constituyen la tarea y luego se hace una demostración de cada
respuesta. Cuando el niño intente ejecutarla deben utilizarse elogios y fichas, o pueden
ser de utilidad
reforzadores tangibles.
Este tipo de
técnicas conductuales no solo se han centrado en entrenar a los retrasados
mismos, sino también a los padres. "Si los padres y maestros pueden
aprender a ser más eficaces en la aplicación de técnicas de manejo conductual,
podrían facilitar significativamente los progresos de los necesitados de ayuda".
Con la utilización de estas técnicas se ha tenido un gran éxito como ayuda
a los niños retrasados, a quienes a menudo se les consideraba incapaces de
aprender. Sin embargo Rita Wicks-Nelson nos aclara que esto no significa que la
aplicación de tales técnicas es sencilla, al contrario, "requiere de
habilidad, esfuerzo y perseverancia".